lunes, 30 de noviembre de 2009

'Juanito el mosca', por PABLO BARRIO

JUANITO EL MOSCA
Por Pablo Barrio García


Sus padres le habían preguntado qué era lo que quería que le regalasen por su cumpleaños.

--Me da lo mismo porque lo que yo quiero nadie me lo puede dar, les contestó.

Porque lo que realmente quería Juanito era volar. Volar él solo con su cuerpo, como un insecto por ejemplo, no en un avión, no.

Pero aquella noche, dormido, se le apareció un genio que le dijo que le pidiese un solo deseo y le sería concedido. Juanito no lo dudó:

--Quiero volar con mi propio cuerpo. Pero solo unas horas ¡eh! Y luego volver a ser el niño de siempre.

--Bueno, rezongó el genio, son dos deseos pero soy generoso y diré que es solo uno. Prepárate que cuando diga las palabras mágicas, te convertirás en una mosca. Niño querer volar y mosca ser.

Juanito notó que su cuerpo se empequeñecía rápidamente. La metamorfosis se estaba produciendo. A los pocos segundos se vio convertido en mosca y posado en el embozo de su sábana.

Y empezó a volar sin ningún temor. Salió por la ventana y sintió la brisa del viento sobre su rostro de mosca. Pero notaba que, aún sin él quererlo, la luz le atraía. A lo lejos divisó una luz resplandeciente hacia donde dirigió su vuelo. Empezaba a tener hambre ya que, pensó, las moscas también tienen que comer.

Aquel resplandor era una hoguera. Ahora lo comprendió todo. Era la noche de San Juan. Alrededor de la misma había mucha gente. Varias moscas estaban merodeando por allí, libando de los manjares que las ropas de aquellos hombres les proporcionaban. Juanito, el mosca, se posó en la camisa de un niño, donde la suciedad de la misma le proporcionó la comida que estaba necesitando. A aquel niño mugriento no le importaba que las moscas se posaran también en su cara.

De pronto uno de aquellos hombres se levantó y se puso a bailar mientras otro cantaba con voz aguardentosa y los demás batían palmas. Tuvo que volver a volar porque el niño empezó a dar palmas también.

Decidió volver a gozar del placer de volar mientras volvía de regreso a su casa.

Le despertó la voz cariñosa de su mamá diciéndole:

--Felicidades, hijo mío. Ya eres todo un hombrecito. Hoy cumples diez años.

Juanito no contestó. No se le había borrado el sueño que había tenido, por lo que, recordando a aquel niño mugriento y harapiento al cual que no molestaban las moscas, atrajo hacia sí a su mamá y los dos se fundieron en un fuerte abrazo.

(Breve extracto del cuento “Juanito logra su deseo”)

3 comentarios:

bOZdhI rASeC dijo...

es un placer encontrar espacios como estos donde compartir

Mariangeles dijo...

Que BLOG tan especial, estoy fascinada con todos los poemas. Como puede volverme una seguidora?? Que linda visita.

Jorge Ramiro dijo...

Me encanta el tema de la escritura y por eso disfruto mucho de los talleres de escritura que se realizan. Cuando consigo vuelos baratos busco de conocer a nuevos autores del lugar