viernes, 23 de enero de 2009

DIÁLOGO CON UN PASTOR, por Felisa Fernández Cabañas


DIÁLOGO CON UN PASTOR

Camino de noche por un campo solitario en un día muy frío. Solo se oye una música lejana muy suave, como si viniera de lo más alto. Me encuentro con un hombre sencillo, cubierto con un gabán y apoyado en un cayado. Quiero hablar con alguien porque hace rato que no veo a nadie en esta soledad.
-Oye, eres un pastor ¿Cómo sacas ese corderillo tan pequeño en esta noche tan fría?
-¿Es que no te has enterado que ahí cerca, en una choza, ha nacido un Niño que no tiene nada de nada? Nos lo contó un amigo que se llama Ángel y vamos todos a aliviarle el hambre y el frío llevándole de lo que tenemos.
-¿Tan pobres son sus padres?
-Quiá, si dicen que es un rey, pero que quiere pasar por las mismas necesidades que pasa un niño desvalido.
-Pues yo no tengo nada para llevarle.
-Anda ésta, si creo que lo que le gusta más es que des algo que no cuesta: Tu sonrisa, tu palabra amable, tu compañía, tu cariño a las personas con las que te encuentres en el camino. Si llevas eso te mirará con alegría cuando vayas a verle.
Bueno, pues ya te he dado mi conversación. Sigo a ver si me encuentro con otros que se me acerquen.

(De un ejercicio improvisado en clase)

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